lunes, septiembre 11, 2006


Dame Señor, ser en la vida como la brisa…
Como un susurro ligero, muy ligero…

De puntillas, andar el camino descifrando los misterios

Con ojos que buscan estrellas y pies que trazan senderos.
Con manos limpias y abiertas que viven y comparten sueños…



Dame el ser
un corazón amigo que no se cierre al encuentro.
Un corazón pobre y libre que nunca se amarre a un puerto.

Que navega en alta mar siempre más allá, siempre más lejos…
Aunando pasión y dulzura, valentía y confianza para
Construir tu Reino…




Marchar dejando atrás todo:
Lo que fue el ayer…
Lo que será mañana…
Lo que vivo hoy…


Confiándote mí estar, abandonada y sin miedo…
Siempre mis ojos en ti para caminar ligero…

Vivir la vida sobriamente, sin caretas ni aspaviento,
Sin alarde ni arrogancia…
humilde y sencillamente
Sin pretensión de un portento…

Sin otra mira que el “hoy”...
Y como tesoro el sueño de marchar haciendo vida
ése, tú mismo sueño de un mundo más humano y justo…
Donde los valores se invierten, donde el pobre es el primero…

Dame recorrer la vida de tu mano y muy ligero…