Orando por el camino

martes, septiembre 19, 2006

Tu vienes conmigo

Cuando todos se han ido,
solo me queda el silencio

Solo queda el eco de las tardes compartidas
donde la ilusión y la alegría cantaban…

Solo me quedan las imágenes de aquellas horas
donde florecía la amistad y sin saber cómo,
todas las cosas hablaban de ti, mi Dios,
gritaban tu nombre y tu presencia...
Me llevaban de la mano a descubrirte sin esfuerzo.



Ahora solo queda el silencio…
El caminar solitario intentando bendecir
a aquellos que se fueron…
Perdonando la indiferencia y los olvidos...
Intentando no juzgar...
Justificando ausencias…
Amando por encima de todo
sin preguntarme el por qué ...
porque pese a todo, confío….

Pero no, no solo queda el silencio …
Hoy me quedas Tú, Señor,
siempre te quedas Tú
cuando todos se marchan
y se que si me quedas Tú, mi Dios,
todo lo tengo
pues Tú vienes conmigo.

lunes, septiembre 11, 2006


Dame Señor, ser en la vida como la brisa…
Como un susurro ligero, muy ligero…

De puntillas, andar el camino descifrando los misterios

Con ojos que buscan estrellas y pies que trazan senderos.
Con manos limpias y abiertas que viven y comparten sueños…



Dame el ser
un corazón amigo que no se cierre al encuentro.
Un corazón pobre y libre que nunca se amarre a un puerto.

Que navega en alta mar siempre más allá, siempre más lejos…
Aunando pasión y dulzura, valentía y confianza para
Construir tu Reino…




Marchar dejando atrás todo:
Lo que fue el ayer…
Lo que será mañana…
Lo que vivo hoy…


Confiándote mí estar, abandonada y sin miedo…
Siempre mis ojos en ti para caminar ligero…

Vivir la vida sobriamente, sin caretas ni aspaviento,
Sin alarde ni arrogancia…
humilde y sencillamente
Sin pretensión de un portento…

Sin otra mira que el “hoy”...
Y como tesoro el sueño de marchar haciendo vida
ése, tú mismo sueño de un mundo más humano y justo…
Donde los valores se invierten, donde el pobre es el primero…

Dame recorrer la vida de tu mano y muy ligero…